¿Qué son los Ciberriesgos?
En el panorama tecnológico actual, el concepto más simplificado que justifica la aparición del riesgo informático es la abrupta desproporción existente entre el crecimiento exponencial de ordenadores y dispositivos móviles, y los escasos conocimientos para manejarlos de una forma correcta y segura.
Como consecuencia de ello, las infraestructuras y las capas donde se originan los ciberriesgos, sean de carácter personal o empresarial, quedan desprotegidas frente a un gran número de causas como son los ataques provocados por cibercriminales o hackers no éticos, competencia desleal, daños físicos en hardware y otros daños que surgen de la responsabilidad de los empleados o las propias personas (operaciones, escasa formación, incumplimiento legal, olvidos,…).
¿Qué son los riesgos informáticos?
Los riesgos informáticos son situaciones o eventos que pueden causar daños a sistemas informáticos o datos digitales. Algunos ejemplos incluyen la pérdida de datos, la interrupción del servicio y el robo de información.
Existen varios tipos de riesgos informáticos:
- Riesgos físicos: daños a equipos o infraestructuras, como incendios, inundaciones o robos.
- Riesgos lógicos: fallos en el software o vulnerabilidades en los sistemas que pueden ser explotadas por atacantes.
- Riesgos humanos: errores humanos, como la divulgación accidental de información confidencial o la instalación involuntaria de malware.
¿Qué son las amenazas informáticas?
Las amenazas informáticas son acciones o eventos maliciosos que pueden explotar los riesgos informáticos.
Algunos ejemplos conocidos, pero hay una larga lista, son los virus, el malware y el phishing. Estos son algunos tipos de amenazas informáticas:
- Virus: programas maliciosos que se auto-replican e infectan archivos o sistemas.
- Gusanos: similares a los virus, pero se propagan sin necesidad de archivos anfitriones.
- Troyanos: programas que se disfrazan como legítimos pero contienen código malicioso.
- Spyware: software que recopila información del usuario sin su consentimiento.
- Adware: programas que muestran publicidad no deseada o invasiva.
- Phishing: ataques que intentan engañar a los usuarios para que revelen información confidencial o realicen acciones no deseadas.
¿Qué medidas de protección se usan en ciberseguridad?
Para protegerse de los riesgos y amenazas informáticas, se pueden tomar varias medidas:
- Uso de software de seguridad: instalar y mantener actualizados programas antivirus, cortafuegos y antimalware.
- Realización de copias de seguridad: hacer copias regulares de los datos importantes para evitar su pérdida en caso de un ataque o fallo del sistema.
- Educación del usuario: fomentar la concienciación y formación en ciberseguridad para minimizar los errores humanos y tomar decisiones informadas.
Estas medidas pueden ayudar a mitigar los riesgos y amenazas informáticas, protegiendo los sistemas y datos vitales.
Medidas avanzadas ante los ciberriesgos
La seguridad informática es un tema crítico para cualquier empresa o organización que posea información sensible o confidencial.
En el caso de grandes empresas como bancos, hospitales o aseguradoras, las medidas de seguridad deben ser aún más avanzadas, dado que una brecha en la seguridad podría tener consecuencias catastróficas.
Uno de los principales responsables de garantizar la seguridad informática son los administradores de sistemas o sysadmin, quienes deben implementar medidas de seguridad avanzadas para proteger los servidores y la infraestructura de la empresa.
Estos administradores deben tener un amplio conocimiento en materia de seguridad informática, y estar al día con las últimas técnicas y herramientas para contrarrestar los ataques de hackers y grupos de cibercriminales.
Entre las medidas de seguridad avanzadas que se utilizan para proteger los servidores y la infraestructura de grandes empresas, destacan los firewalls de última generación, sistemas de detección de intrusiones, sistemas de prevención de ataques de denegación de servicio, inteligencia artificial para detección de ataques, entre otros.
Estas medidas de seguridad se complementan con políticas de seguridad estrictas, como la implementación de contraseñas seguras, la restricción de acceso a ciertas áreas o sistemas, y la implementación de políticas de seguridad para dispositivos móviles.
Además, las empresas también suelen contar con equipos de seguridad informática dedicados, cuya tarea es detectar y prevenir ataques de hackers y grupos organizados de cibercriminales.
Estos equipos están compuestos por expertos certificados en seguridad informática, y utilizan herramientas avanzadas para detectar y mitigar amenazas de seguridad.
Es importante destacar que todo esto no es una tarea exclusiva de los administradores de sistemas o los equipos de seguridad informática.
Todos los empleados de una empresa deben ser conscientes de la importancia de la seguridad informática, y deben tomar medidas para proteger la información sensible de la empresa.
Esto implica, por ejemplo, evitar el uso de contraseñas débiles, no compartir información sensible con terceros y estar atentos a posibles amenazas de seguridad.
Ciberseguros y pólizas exclusivas para ciberriesgos
Hasta la fecha, y en términos generales, el sector asegurador español ha enfocado sus productos para grandes industrias sin tener en cuenta que la mayor parte de las transacciones y flujo de datos e información tiene lugar en el sector minorista y en pequeñas pymes, microempresas o startups del sector servicios o en aquellas empresas cuya actividad principal es el e-commerce.
Además, la principal barrera para el desarrollo de estos ciberseguros es que se parte de un modelo de seguro tradicional, limitado a daños, pérdida de beneficios o responsabilidad civil, y donde se excluyen probablemente muchas de las necesidades de los clientes (intangibles, reputación,…).
La segunda barrera, y no menos importante, es la carencia de estadísticas e históricos fiables que de una forma sólida y convincente ayuden a establecer e identificar de forma correcta los ciber riesgos y la causa del daño, así como disponer de criterios de valoración estables durante el transcurso de los años o que, en la medida de lo posible, puedan adaptarse a la rápida evolución de las tecnologías basadas en internet.
Las aseguradoras deben tener en cuenta que existen soluciones que evitan que estos riesgos informáticos afecten a la industria y a pequeños empresarios, pero previamente deberán habituarse a ellos, y conocerlos de cerca para poder afrontarlos cuando llegue el momento.
Cabe destacar que, una buena prevención reduce considerablemente la exposición a los mismos siendo la baza o punto de partida para la elaboración de un ciberseguro.
Hoy día, el objetivo de algunas aseguradoras especializadas es sufragar la demanda del mercado basada en los ciber riesgos, identificarlos y poder establecer una serie de criterios para una posterior valoración que permita, primero ser incorporados en el modelo de gestión de riesgos y, posteriormente, introducirlos en las coberturas de nuevos productos, ampliando a su vez los portafolios de las mismas. Por tanto, aquellas que decidan adaptarse a los nuevas necesidades de sus clientes son las que mayor oportunidades de mercado obtendrán.
El ciberseguro es ya una realidad imparable en el mundo asegurador. No es una simple moda ni un invento de marketing, sino que representa la evolución del mercado acorde al crecimiento de las transacciones online y la incorporación de procesos tecnológicos a la cadena de trabajo.